miércoles, 19 de noviembre de 2008

Madurez....Jmmm!




Jamás desearé ser madura, si lo hago dejaré sin libertad mi ternura... Pensé mientras estaba en el coche esperando su llegada. Bajé la ventanilla porque sentía que necesitaba renovar el aire y en una suave brisa del viento me acurruqué. Me quedé dormida.

Al despertar mi madre había llegado, nos dirigíamos a casa. Ella con pensando en problemas, velando siempre por sus hijos. Yo, en mi mundo cómodo de adolescente; sin ningún problema en la cabeza más el de no dejar de ser niña. Entendía el grado de la situación pero pensé que nada podría decir que ayudara mucho.

Ahora, mientras crezco me doy cuenta de mi error: no son cosas de adultos.

Si dejase que las cosas pasen sin yo intervenir, ¿qué sentido tendría? Ninguno. y descubrí algo más: la madurez es dejar en libertad a mi propia ternura....... sin miedo de contarle al mundo lo que pienso y deseo; libertando mis sentimientos, mi yo.

Cuando alguien es maduro, no lo es porque sea callado y serio ante cualquier situación, no lo es porque tome las cosas sin llanto. Tampoco lo es porque le guste o deje de gustar lo que le ha gustado toda su vida aunque sepa que es falso. Lo es porque dice lo que piensa, actúa con coherencia y sabe reconocer sus errores. Es alguién que no piensa que los problemas son sólo de las personas que los viven, y que los mismos problemas..."son cosas de adultos"