domingo, 28 de diciembre de 2014

Estelar

Tú y yo no estamos unidos por un hilo rojo, por el destino, por ser las dos mitades ni ninguna otra cosa que se compare. Nosotros somos más que eso. Nuestra unión transciende a cosas más bien estelares. Imagina que dos partículas pequeñas colisionan; imagina ahora que millones de millones de cosas se van uniendo, o separando pero en fin, evolucionando, y que le lleva al planeta millones de años para finalmente existir en la tierra tú y yo, para haber podido cruzar la mirada. Lo nuestro no es simple cursilería, lo nuestro no es sólo el tiempo que hemos compartido, lo nuestro es más, lo nuestro es de millones y millones de años atrás; lo nuestro será de millones e infinitos años por delante... es parte de toda esa maquinaria de plan perfecto. Desde Dios, el big bang, hasta la taza de café que tomaste esta mañana, desde siempre y para siempre, lo nuestro es ya intachable... lo nuestro no se atribuye a explicaciones humanas... lo nuestro es estelar.

martes, 9 de diciembre de 2014

Cuando camino

A veces cuando camino sola en medio de un día nublado, con viento, con frío, yo imagino que estás a mi lado, que caminas y me abrazas, que yo suspiro.

martes, 28 de octubre de 2014

Juegas.

¿Cuándo se perdió el sentido de encontrar personas a quien amar y se sustituyó todo por el solo deseo de querer saciar los cuerpos? ¿No ven que esa es la causa de los suspiros que nacen en medio de los momentos de soledad? Es la causa de las insatisfacciones, de la falta de plenitud.
Luego están todos aquellos refugios; el trabajo, en el alcohol, los amigos de copas, la ropa de marca... aquello que intenta sustituir toda esa felicidad que no se ha tenido la valentía de pelear.

No saben que se necesita amor para sobrevivir los días más tristes, para compartir los más felices, las adversidades, y la soñada vejez. Y no hablo solo de amor por una pareja, hablo del amor en todas sus formas: el trabajo constante de cuidar el amor por la familia, el amor por los amigos que han sabido estar, el amor por la vida; ese amor puro que cuando toca el corazón lo despoja precisamente de todas las dudas en que nos ponen las cosas superficiales.
¿Qué están haciendo de su alma, de su vida?

jueves, 23 de octubre de 2014

Después de los vampiros. (Un escrito mío que encontré del 2009)

Parece lejos y parece cerca,     parece como una bruma.

Ya no se puede dormir en calma,
ya no se puede rehidratar el alma.
Débil me recorre la sangre las venas.

Parece que cala.

Succiona el animal de nuevo mi sangre y siento cómo me la arrebata,
basta con querer mover ágilmente los brazos
   y no poder.

Parece que sin sangre no se puede disfrutar la vida, parece que aunque quiera ya no puedo sostenerme en pie.


Ninguna sensación más cerca de sentir que se llega a casa 
que cuando se abraza a quien tuvo igual de seca el alma alguna vez.

miércoles, 15 de octubre de 2014

El corazón de mi madre

A veces veo como anda mi madre entre la gente y me cuesta entender cómo es que nadie se percata de que tienen a una mujer tan maravillosa justo frente a ellos; fuera de magnitudes, fuera de conceptos, fuera de lo que ellos pueden imaginar.
¿Cómo es que nadie nota o siente ese inmenso y fuerte corazón que está justo pasando a su lado?

domingo, 12 de octubre de 2014

¿Existes?

¿Existirás en algún lugar?

¿Te podré ver, te podré hallar?

miércoles, 8 de octubre de 2014

Los enamorados sabios

La persona que tenga esa capacidad maravillosa de amar con inmensa fuerza y pasión, debe también ser sabia para aprender a librarse de sus propios laberintos y no permanecer en ellos por mucho tiempo, pues corre el riesgo de perder su esencia.

domingo, 5 de octubre de 2014

Lo que tenés adentro

A mí no me interesa saber cuántas células tenés, cuánto oxígeno necesitás, cuánta sangre pasa por tu corazón cada minuto o cómo le hacés para expulsar tu dióxido de carbono.
No me interesa saber el tipo de señales que tus células mandan, si tenés pie plano, tu número de huesos o si tu íleon absorbe vitamina B12.
A mí me interesa saber cuántos abrazos puedo darte al minuto, la forma en la que brillan tus ojos cuando miran para arriba o la manera en que tus dedos oprimen las teclas del piano. Lo único que me interesa de tus huesos es que no se desgasten muy rápido, que tus células se mantengan normales, que tu corazón tenga fuerza necesaria pero no exagerada, que tu sangre esté con la osmolaridad justa, que pueda apoyar mi mano en las palmas de las tuyas, que estés respirando, que tus articulaciones te permitan correr o volar si se puede y que tus neuronas te dejen siempre recordar. Porque si acaso algún día cualquier diminuta cosa de todo ese engranaje dejara de funcionar, entonces, querido mío, entonces yo me aprendo todo lo que tenés adentro para verte mejorar.

viernes, 3 de octubre de 2014

Plantita seca.

-Yo soy como aquella plantita que creció en las tierras de una casa abondonada, debajo de un graderío de madera muy denso y en un espacio muy reducido. Ser una plantita así es complicado. Cómo puedes hacer para no morir cuando apenas te cae una gota de agua de vez en cuando, cuando es tanta la sombra que no te toca el sol, cuando no alegras la vista de nadie, cuando la tierra en donde estás sembrado no tiene nutrientes que dar. Estás abandonado, hecho a un lado, a nadie le importa si sigues o mueres, si brillas o te opacas.

-La diferencia entre esa planta y tú, es que tú tienes pies para moverte; moverte a donde hay sol, moverte a buscar agua, moverte a donde haya ojos que alegrar. La que permanece en donde está eres tú.

martes, 16 de septiembre de 2014

Días de septiembre

Los días aquí están muy quietos, no se muestra mucho el sol y tampoco juegan niños en las aceras ni las calles. Algunos días me parece escuchar muchos alegres pájaros cantar, pero no es de siempre.
Las flores escasean y la lluvia todo lo contrario, cae y cae la mayoría de mis noches.
En realidad no tengo nada contra estos días, la verdad es que es todo lo contrario, me encantan; las nubes, el frío, lo fresco y la humedad; cómo no amar la lluvia. Siempre he pensado que no hay nada más delicioso que dormir mientras afuera llueve y que no hay nada más cercano a un abrazo fuerte que dejarse mojar por una lluvia torrencial. Y lo divertido que es ver cómo los adultos huyen  mientras los niños corren con su gran sonrisa de invencibles y juegan y salpican sin parar.
Sin embargo lo que más me gusta de pensar en este clima, mi parte favorita de él, es la idea de permanecer al lado de alguien en silencio, caminar y que los sorprenda una brisa, leer juntos un libro en un café o junto a un árbol...

El frío abraza, el frío encierra, el frío acrecenta las ganas tan grandes de abrazar, de compartir, de amar.
Sin embargo estos días no los disfruto, no me gustan y es que hace mucho que recorro calles sin buscar ningún lugar.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Tú y yo.

Tú y yo vamos a estar.
Y caminaremos por verdes prados, debajo de todos esos árboles con sus largas y altas copas. Tú recogerás algunas flores y me las entregarás con la esperanza de que las conserve junto al recuerdo de esos días. Y a veces caminaremos hablando de cosas importantes mientras que otras sólo será de tonterías, pero ambos estaremos para escuchar. Y el cielo nos brindará sombra con sus nubes, y el viento nos refrescará suavemente, y entonces, sostendrás mi mano para cruzar algún río, y entretanto, yo mantendré en mi mente aquella canción con la que siempre te pienso.
Y así será siempre. Andaremos dichosos por los lugares del mundo que nos abran los brazos, y en cada paso que demos seremos siempre tú y yo, y no nos cansaremos de reír, de compartir, de broncearnos la piel y de poder respirar.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Finado amigo.

No es que alguien no merezca algo de nosotros, sería vanidoso creer que alguien es merecedor de algo nuestro... es, más bien que alguien pierde belleza ante nuestros ojos, que alguien pierde la luz que antes creímos que nos alumbraba. Entonces se pierden detalles, se pierde cariño, se pierde amistad.

Cada persona es responsable de estar rodeado de verdaderas amistades o de muy falsas; de personas que le ayudan a ser mejor, o que le arrastran al contrario.

Duele algo dentro cuando depositamos esperanza en alguien que un día vimos tan especial, y descubrimos que era una relación para mal. Y no es que uno quiera, pero entonces, poco a poco, esa persona nos va haciendo a un lado, y luego no hay emoción cuando nos habla, no hay alegría con los rastros de sus muestras de cariño, y al igual que alguna flor en algún lugar del mundo... la amistad se ha secado... dejó de ser.

jueves, 7 de agosto de 2014

El efecto de los días nublados.

Quizás lo que hace especiales a los días nublados es que nos limitan la visión. 
La realidad es que nuestro mundo la mayor parte del tiempo llega sólo hasta donde nuestra visión llega; es por eso que resulta muy conveniente para nuestra alma que haya algo que obstruya nuestra vista. Entonces, bajo las densas nubes, nuestro mundo se limita a lo que podemos ver, lo que permanece junto a nosotros bajo la neblina. 
Quizás el resto del mundo se esfuma por un minuto y deja de haber tanto ruido mental.
Somos nosotros dentro de una esfera pequeña con copos de nieve; gana peso el presente, lo que nos rodea; volteamos y vemos a quien está a nuestro lado; ahora podemos ver mejor sus acciones, sus esfuerzos, sus amor hacia nosotros y pensamos: está aquí, haciendo lo mejor que puede junto a mí.

Es el efecto de los días nublados: nos hacen notar lo que es real para nosotros. 
Sí, limitar la visión nos hace ver las cosas realmente importantes; las personas que nos quieren, las personas a las que queremos y no necesariamente porque están presentes, pero por que se hacen sentir.

¿Qué piensan las personas cuando están cerca de morir, cuando su visión se limita, cuando la cúpula se achiquita, cuando su mundo se reduce? Aun no lo sé, pero cuentan que piensan en las personas a las que amaron y de las que estuvieron rodeados.

Hace falta más de esto para poder estar bajo un cielo despejado, para lanzarse a conocer el mundo sin perder la esencia, sin ignorar a quienes nos quieren, para poder tener de esta vida siempre lo mejor.

domingo, 9 de febrero de 2014

Manierismos

Me persigue la niña que no entendió.
En la que como tinta oscura se fue esparciendo el miedo por su corazón,

pero esperó.
"Amor... ¿qué cosa extraña es?
Dolor, de eso no tengo preguntas."
Se repite y se repite. Una y otra vez.
Ahora en la adolescente. Ahora como mujer.