miércoles, 28 de diciembre de 2016

Huellas y filtros

Si le hago un comentario a mi hermana ella lo sabrá interpretar. Va a saber lo que quise decir debido a todas las conversaciones que hemos tenido en desayunos, cenas, viajes; lo sabrá porque ha observado cada cosa que hago: mi manera de ver la vida, lo que comparto. Ella conoce mis intereses, mis enfoques.

En realidad vamos entretejiendo siempre una visión en una relación, como un filtro con el que vemos las cosas. A veces con esmero y otras sin cuidado alguno.
Una vez que las personas le damos cierta visión, esta se instala y se aplica para cada encuentro, cada charla... como un chip. Y vamos cambiando de chip conforme la persona o grupo de personas con el que estemos, y en base a eso platicamos o actuamos.
Así es como con alguien podemos hablar tranquilamente de la vida mientras que con otros no nos atrevemos y hablamos de cualquier cosa que no sea nuestra.
Esta es la razón por la que con solo saber que veremos a alguien, nos emocionamos porque sabemos más o menos lo que haremos, lo que platicaremos a gusto.

Yo quiero ser eso para ellos... ser como esa cita que hace muchos años leímos y un día de pronto la volvemos a encontrar y nos vuelve a transmitir la misma sensación que nos dio entonces. Esa idea que no cambia sino que solo se amplifica. La que permanece.


En tal caso, lo triste es cuando una relación acaba. Cuando por alguna razón mi vida se separa de la de un ser muy querido. Porque entonces me quedo apretando fuerte las manos, esperando haber dejado una mensaje de amor, un recuerdo bonito; haber contribuído y sembrado una semillita que ayude en un futuro. Mas de alguna bonita visión espero haber podido dejar.

jueves, 4 de agosto de 2016

Un café

El amor es como el café: puede caer en todo tipo de agua pero suele poder mostrarse mejor en agua caliente. Hay cierta manía del café por desenvolverse mejor en ambientes cálidos...

De cualquier forma, se tope con la temperatura que se tope, aquellas pequeñas partículas siempre se desprenden de su esencia y exhalan lo mejor de ellas a toda el agua que les rodee. Lo que sí se ve afectado por la temperatura que le dan es la velocidad para que suceda el milagro, pero, al final, siempre sucede: todo se va tiñendo de su tan único color café y, después de haberlo poseído -en verdad poseído- el agua nunca más vuelve a ser igual.

martes, 12 de julio de 2016

Gotas de agua

Tengo... tendría que decirte que dolés,
que se ha instalado una canción triste cada vez que te pienso,
que parece que vacié todas las estrellas que de ti y mi quedaron,
y que todo el presente, lo que tú, lo que yo, parece falso.

Tengo este dolor seco y silencioso pero que succiona, que como jaula de barrotes invisibles aprisiona
y parece ir apagando la luz y quitando intensidad a las flores
como si fuera una especie de hoyo negro;
como si hubiera concebido vida propia sin que yo me percatara.

Un día me nació un "te amo" de la boca del estómago
que fue subiendo hasta quedar atrapado entre mis cuerdas vocales,
y después de eso he descubierto con pesares
que esos "te amo" permanecen allí y te atormentan.

viernes, 20 de mayo de 2016

Simplezas.

Los momentos que hay ahora son los más dulces,
y no se puede negar porque sé dentro mío
que los maravillosos días que tengo ahora
no se pueden comparar si miramos atrás.

Son demasiados atardeceres los que voy coleccionando contigo,
Paisajes y escenas que guardo y que me esfuerzo en guardar
dentro una mirada tierna que no tiene dueño y que persigo
porque siento que sin ella no puedo respirar.

Es todo un conjunto de cosas sencillas...
Me alimento de la delicadeza y poder de nuestros pequeños detalles;
las abrazo a mi pecho y me deslumbro sola
cuando las saco de la memoria y comienzo a recordar.

Son todos esos días en que no encajamos pero recordamos nuestras intenciones,
y en que un niño jugó con ambos y no podíamos parar de reír y correr por allí.

Es él y todas esas cosas que se suelen columpiar en la punta de sus pestañas enrolladas.
Es una tarde de lluvia en que salí a mojarme y en donde de pronto
me vi sorprendida cuando me llegó a visitar con un frappé.

Soy yo poniéndome pesimista cuando todo parece un castigo,
y es él que en cuanto lo nota me distrae y me hace regresar.
Es esa vez que se nos ocurrió cocinar pescado
habiéndolo ninguno jamás cocinado
y resultó siendo un almuerzo espectacular.

Demasiadas cosas tiernas caminan por sus venas,
demasiadas cosas simples que no se pueden valorar con ningun precio.

No han sido los días los que han sido perfectos,
se ha tratado sólo de saber apreciar e improvisar.


...

Pestañas de algodón de azúcar y cítrico,
así,
toda una contradicción que lleva en cada paso que da...
cabellos de olas y mares interminables,
estrellas fugaces son sus pensamientos inocentes,
simplezas y delicadeza que a mí me hacen volar.

jueves, 31 de marzo de 2016

Mío

Es lindo cuando te imagino, cuando te recuerdo. Lindo tener todas tus partes y construirte a mi lado cuando lo deseo.
Lindo saber que cuento contigo; que si olvido quién soy, tú me lo recuerdes.
Lindo haberte conocido y llevarte en mi memoria por siempre; que colorees mis mañanas y mis tardes con tu gracia y con tu buen sentido del humor; saber que sonreirías si de pronto me distraigo de nuevo; que pasen las horas y en mi mente estés siempre dispuesto. Es lindo.
Demasiado lindo y atinado fue haberte hecho espacio en mi cabeza, poder recorrer el mundo contigo aquí fuera o allí dentro, si así lo quiero.
Qué cosas tan lindas las de la memoria y el intelecto, no importa que tan lejos o por cuánto tiempo no te hayan podido ver mis ojos, si los cierro, tú siempre estás.

viernes, 4 de marzo de 2016

Tengo 25 y no tengo nada.

Más bien, a esta edad, a la edad en que un día de niños creímos que estaríamos casados, formando un hogar... no.
No seríamos esas personas desconocidas que imaginábamos, nos quedaríamos siendo esos niños pero con más pensamientos, más caídas, en ocasiones con menos espontaneidad, y ahora con más crudeza vista, pero con más fuerza y experiencia para volverse a levantar.

A esta edad sólo rompemos esquemas, se nos caen los murales de todo aquello que habíamos construido; casi cada cosa que sucede nos sorprende y nos cambia las reglas. Nos damos cuenta de que estamos parados en arena movediza y siempre cambia; a veces es cálida pero otras fría, a veces nos absorbe y otras nos levanta alto, muy alto.

Está claro: el cambio es bueno, la lluvia es cálida, la soledad nos abraza. Teníamos todo muy bien calculado pero, algo pequeño sucede y notamos que nunca se termina de entender a la vida; y caemos en cuenta que de nadie estamos seguros, ni siquiera de nosotros, porque también cambiamos.

No porque alguien diga que lo que hacemos no tiene sentido será así; la verdad universal no existe. Nadie ve con nuestros ojos y ningún otro corazón se ha oprimido igual que el nuestro. Podemos verlo: esa que nos parecía inalcanzable depende de nosotros, de nuestras manos y nuestra valentía; así hablemos de amor, familia o sociedad, que más bien son lo mismo.

domingo, 7 de febrero de 2016

Es tentador vivir de fantasías pero no, no quiero. Yo prefiero lo real, lo que está ahora. No que sean un chorro de palabras que a alguien se le desprenden de la boca sin consciencia u honestidad, preferible mil veces dos o tres palabras pero que vengan de un corazón honesto y que se puedan sentir y trascender y convertirse en algo más que simple imaginación.