Hoy entró la luz del alba por mi ventana; el cielo estaba azul aún, esperando a que pudiera verlo para poder cambiar de color.
Hoy disfruté del aroma del café recién hecho y del pan horneado hace unas horas... no pude esperar hasta la tarde.
Hoy abrí los ojos nuevamente, y el silencio fue poco a poco llenándose de ruido,
de rutina, de pendientes; de las pequeñas migas de pan que voy dejando en el camino que recorro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario