miércoles, 10 de septiembre de 2014

Finado amigo.

No es que alguien no merezca algo de nosotros, sería vanidoso creer que alguien es merecedor de algo nuestro... es, más bien que alguien pierde belleza ante nuestros ojos, que alguien pierde la luz que antes creímos que nos alumbraba. Entonces se pierden detalles, se pierde cariño, se pierde amistad.

Cada persona es responsable de estar rodeado de verdaderas amistades o de muy falsas; de personas que le ayudan a ser mejor, o que le arrastran al contrario.

Duele algo dentro cuando depositamos esperanza en alguien que un día vimos tan especial, y descubrimos que era una relación para mal. Y no es que uno quiera, pero entonces, poco a poco, esa persona nos va haciendo a un lado, y luego no hay emoción cuando nos habla, no hay alegría con los rastros de sus muestras de cariño, y al igual que alguna flor en algún lugar del mundo... la amistad se ha secado... dejó de ser.

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